Estamos en otoño y la comida para las aves comienza a escasear. Es precisamente en esta época, entre octubre y abril, cuando los pajarillos necesitan más aporte de alimentos, y nosotros podemos proporcionales lo que necesitan mediante la instalación de unos comederos en nuestro jardín o cerca de nuestra ventana. Además, suministrar a las aves un poco de comida extra les ayuda a estar en mejores condiciones reproductoras para la primavera. La organización Seo/Birdlife acaba de crear una nueva sección que nos acerca al mundo de estos alados y nos da unos útiles consejos.
istockphoto
¿Qué tipo de comida puedes dar a las aves?
Los pajarillos pueden comer desde pan desmenuzado hasta cortezas de bacon no demasiado saladas, pasando por arroz cocido sin sal, patatas hervidas, manzanas, maíz y cacahuetes. Las grasas, incluido el sebo, son uno de los alimentos más apreciados por páridos y pico picapinos. A los petirrojos les encanta el queso rallado. Las semillas pequeñas como el mijo atraen a gorriones, acentores, verderones, escribanos y tórtolas. Cacahuetes (sin sal) y pipas de girasol son los preferidos por verderones, trepadores azules, páridos, lúganos y pico picapinos, mientras que mirlos y acentores prefieren el maíz en copos.
¿Qué tipo de comederos existen?
Podemos encontrar diferentes tipos de comederos destinados a la alimentación de las aves, desde los de plataforma hasta contenedores variados. Los primeros consisten en una bandeja sobre un poste, sujeta al alféizar de una ventana o colgada de una rama. Se recomienda que tengan un borde elevado para evitar que la comida se caiga y orificios para que no se llene de agua. En cambio, los contenedores pueden ser bolsas de rejilla, ristras de cacahuetes en alambres o vasos de plástico llenos de grasa o pudding para aves y colgados boca abajo. También se puede alimentar a las aves en el suelo, preferiblemente si no hay gatos.
Para todo esto no es necesario tener un gran jardín. En el alféizar de tu ventana, en un bloque de pisos, puedes colocar una bandeja con comida. Sin embargo hay una serie de recomendaciones que hay que tener en cuenta para su ubicación: deben ser lugares tranquilos, que estén cerca de una ventana para que puedas observarlos; zonas abiertas con buena visibilidad para que estén a salvo de depredadores mientras comen, lejos de gatos y protegidos del sol, el viento y el frío. Conviene que haya un arbusto cerca para que puedan posarse y observar si están a salvo para alimentarse o esperar su turno. Son preferibles lugares elevados aunque algunas aves, como mirlos, zorzales y pinzones prefieren comer en el suelo, así que incluso puedes disponer varias zonas de alimentación. No olvides que para prevenir enfermedades hay que darle un mantenimiento mínimo a los comederos: aplicar un antimoho sobre la madera anualmente, reemplazar viejos tornillos y limpiarlo para evitar la acumulación de excrementos.
¿Dónde conseguir un comedero?
Puedes fabricarlos tú mismo siguiendo unas sencillas instrucciones (ver pdf). Otra opción es comprarlos directamente en viveros o en organizaciones como el Fondo para la protección de los animales salvajes (Fapas) que destinan los beneficios de sus ventas en proyectos de conservación de la naturaleza.
Cuanto mayor sea el número y los tipos de comederos de tu jardín, más especies atraerás. En España no es muy usual este tipo de prácticas, sin embargo en Estados Unidos y Gran Bretaña se calcula que anualmente se proporcionan más de 500.000 toneladas de alimentos a las aves con estos métodos.
¿Por qué alimentar a las aves de nuestra ciudad?
Muchos de vosotros os preguntaréis si no sería más lógico que la naturaleza siguiera su curso sin nuestra intervención, o si quizás un aporte extra de alimentación pudiera desestabilizar los ecosistemas. No hay que olvidar que las aves de nuestras ciudades están acostumbradas a vivir cerca de los humanos y que, desgraciadamente debido a los cambios en los usos del suelo del campo (agricultura más intensificada, cambios en las granjas) y a la instalación de jardines cada vez más limpios y asfaltados, se está reduciendo el aporte natural de alimento de muchas aves como pinzones, escribanos o gorriones. Aunque es importante preparar los comederos para aumentar el éxito reproductivo de los animales, no hay que olvidar que éstos pueden crear dependencia y acostumbrarse a buscar comida en nuestros comederos en otras épocas del año y su falta podría causarles la muerte. Por tanto, sólo deberíamos colocar comederos si estamos dispuestos a atenderlos de manera responsable.
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¿Qué tipo de comida puedes dar a las aves?
Los pajarillos pueden comer desde pan desmenuzado hasta cortezas de bacon no demasiado saladas, pasando por arroz cocido sin sal, patatas hervidas, manzanas, maíz y cacahuetes. Las grasas, incluido el sebo, son uno de los alimentos más apreciados por páridos y pico picapinos. A los petirrojos les encanta el queso rallado. Las semillas pequeñas como el mijo atraen a gorriones, acentores, verderones, escribanos y tórtolas. Cacahuetes (sin sal) y pipas de girasol son los preferidos por verderones, trepadores azules, páridos, lúganos y pico picapinos, mientras que mirlos y acentores prefieren el maíz en copos.
¿Qué tipo de comederos existen?
Podemos encontrar diferentes tipos de comederos destinados a la alimentación de las aves, desde los de plataforma hasta contenedores variados. Los primeros consisten en una bandeja sobre un poste, sujeta al alféizar de una ventana o colgada de una rama. Se recomienda que tengan un borde elevado para evitar que la comida se caiga y orificios para que no se llene de agua. En cambio, los contenedores pueden ser bolsas de rejilla, ristras de cacahuetes en alambres o vasos de plástico llenos de grasa o pudding para aves y colgados boca abajo. También se puede alimentar a las aves en el suelo, preferiblemente si no hay gatos.
Para todo esto no es necesario tener un gran jardín. En el alféizar de tu ventana, en un bloque de pisos, puedes colocar una bandeja con comida. Sin embargo hay una serie de recomendaciones que hay que tener en cuenta para su ubicación: deben ser lugares tranquilos, que estén cerca de una ventana para que puedas observarlos; zonas abiertas con buena visibilidad para que estén a salvo de depredadores mientras comen, lejos de gatos y protegidos del sol, el viento y el frío. Conviene que haya un arbusto cerca para que puedan posarse y observar si están a salvo para alimentarse o esperar su turno. Son preferibles lugares elevados aunque algunas aves, como mirlos, zorzales y pinzones prefieren comer en el suelo, así que incluso puedes disponer varias zonas de alimentación. No olvides que para prevenir enfermedades hay que darle un mantenimiento mínimo a los comederos: aplicar un antimoho sobre la madera anualmente, reemplazar viejos tornillos y limpiarlo para evitar la acumulación de excrementos.
¿Dónde conseguir un comedero?
Puedes fabricarlos tú mismo siguiendo unas sencillas instrucciones (ver pdf). Otra opción es comprarlos directamente en viveros o en organizaciones como el Fondo para la protección de los animales salvajes (Fapas) que destinan los beneficios de sus ventas en proyectos de conservación de la naturaleza.
Cuanto mayor sea el número y los tipos de comederos de tu jardín, más especies atraerás. En España no es muy usual este tipo de prácticas, sin embargo en Estados Unidos y Gran Bretaña se calcula que anualmente se proporcionan más de 500.000 toneladas de alimentos a las aves con estos métodos.
¿Por qué alimentar a las aves de nuestra ciudad?
Muchos de vosotros os preguntaréis si no sería más lógico que la naturaleza siguiera su curso sin nuestra intervención, o si quizás un aporte extra de alimentación pudiera desestabilizar los ecosistemas. No hay que olvidar que las aves de nuestras ciudades están acostumbradas a vivir cerca de los humanos y que, desgraciadamente debido a los cambios en los usos del suelo del campo (agricultura más intensificada, cambios en las granjas) y a la instalación de jardines cada vez más limpios y asfaltados, se está reduciendo el aporte natural de alimento de muchas aves como pinzones, escribanos o gorriones. Aunque es importante preparar los comederos para aumentar el éxito reproductivo de los animales, no hay que olvidar que éstos pueden crear dependencia y acostumbrarse a buscar comida en nuestros comederos en otras épocas del año y su falta podría causarles la muerte. Por tanto, sólo deberíamos colocar comederos si estamos dispuestos a atenderlos de manera responsable.
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